Los farmacéuticos ayudan a recuperar la laurisilva en Osorio

Los farmacéuticos ayudan a recuperar la laurisilva en Osorio

Una veintena de farmacéuticos de Las Palmas, acompañados de algunos familiares y amigos, dedicaron la mañana del domingo a reforestar una parte de la finca de Osorio, en Teror. Los trabajos fueron coordinados y supervisados por la Fundación Canaria para la Reforestación (Foresta). En total se plantaron más de medio centenar de árboles de cuatro especies: faya, barbuzano, palo blanco y viñático.

La jornada comenzó delante puerta de la sede del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Las Palmas a las 09:00 horas, a fin de llegar al lugar de la plantación sobre las 11:00 horas, tras un pequeño recorrido por la finca, en donde se pudo comprobar los trabajos realizados por otros colectivos y por los mismos trabajadores y voluntarios de la fundación y conocer el entorno donde se iban a realizar los trabajos.

El objetivo era plantar casi un centenar de las especies citadas, ayudando así a la recuperación de la laurisilva, la vegetación propia de una gran parte de la isla pero que se perdió en la búsqueda de terrenos de cultivo o por el consumo indiscriminado de madera, además de los incendios que los conquistadores provocaron para luchar contra los antiguos canarios.

Como reto, cada participante debía plantar una media de tres unidades, pero para hacerlo, se dividieron en parejas para que el trabajo fuera más efectivo.

Los profesionales de Foresta ya habían marcado los lugares donde cavar y plantar, además de dejar colocadas las herramientas y otros materiales necesarios para hacerlo.

Hay que señalar que para esta tarea, las condiciones climáticas fuero idóneas, pues aunque hubo momentos de amenaza de lluvia, esta solo se dejó notar en muy pocos momentos y de forma muy suave, pero el fresco y el cielo densamente cubierto no solo fue bueno para el esfuerzo físico, también para las pequeñas plantas que la tierra de Osorio acogerá para siempre.

Tras recibir las explicaciones necesarias para afrontar la tarea, la treintena de participantes, entre los que se contaban tres menores, se dividieron por equipos de trabajo y afrontaron el reto, que si bien no se cumplió en su totalidad, se quedó muy próximo al objetivo. Al finalizar la mañana se habían plantado casi 60 árboles.

Como no podía ser de otra forma, tras regresar a Las Palmas de Gran Canaria, aquellos colegiados y acompañantes que así lo decidieron, compartieron almuerzo en el restaurante El Pantalán, en el Muelle Deportivo.

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