El farmacéutico garantiza a la población el acceso a los medicamentos y productos sanitarios, ayudando a los pacientes al correcto proceso de uso, seguro y eficaz, e implicándose en la consecución de los resultados terapéuticos. Además de la dispensación de medicamentos, el farmacéutico realiza una labor de asesoramiento y consejo en materia del medicamento y en cuestiones relacionadas con la salud.