Una sede que mira al mar y al futuro

La nueva sede del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Las Palmas es un espacio diseñado para afrontar las necesidades que podemos vislumbrar para este siglo. Arquitectónicamente es un lugar “frente al mar, atravesado por el paisaje”, según explica la arquitecta, Eva Llorca Afonso. Pero este local va más allá de su espléndido diseño, pues ha sido dotado de los últimos sistemas en tecnología y domótica, con el ojo puesto en las necesidades para el siglo XXI. Se puede decir que más que una sede es la casa de los farmacéuticos, el espacio de referencia en el que son acogidos.

El local cuenta con una superficie de 1532,25 metros cuadrados divididos en dos plantas, si bien solo se ha intervenido en 1236,40 de ellos: los 827,68 metros cuadrados de la planta principal y 408,72, en el semisótano.

Llorca define el trabajo de la siguiente manera: “se plantea un espacio diáfano y abierto al paisaje que se organiza con los mínimos elementos estructurantes. El doble objetivo de esta estrategia consiste, por un lado, en amortizar al máximo las fantásticas vistas hacia el mar, favoreciendo a la vez entornos de trabajo colaborativos. Por otro, permitir la multiplicidad de usos, la rápida transformación del espacio en el corto y medio plazo, e incluso la posibilidad de crecer en el tiempo. En definitiva, la propuesta constituye una investigación sobre espacios de trabajo abiertos, flexibles, transformables y evolutivos, capaces de adaptarse a distintas circunstancias organizativas y económicas”.

Con este planteamiento, no debe extrañarnos la luminosidad de la planta principal, en donde se ubican los entornos de trabajo, el vestíbulo, el salón de actos, las salas de formación y las de reuniones. La planta baja, donde la luz natural casi no entra, está diseñada para acoger espacios de almacén, equipos informáticos, equipo de aire acondicionado y un despacho de reuniones.

La parte menos luminosa de la planta alta está reservada para los servicios y el office.

Los 73,46 metros cuadrados de vestíbulo permiten al visitante augurar lo que se encuentra tras la recepción. La luz y el mobiliario hacen que el espacio sea acogedor a pesar de sus grandes dimensiones.

También ha sido mimada la acústica, evitando que el eco y la incomodidad típica de los espacios diáfanos de este tamaño tengan presencia.

El salón de actos, de 134,52 metros cuadrados y con capacidad para 143 personas, puede dividirse -a través de tabiques móviles- en tres espacios de 117,92, 8,62 y 7,98 metros cuadrados.

Uno de los espacios más importantes, sin ser el más grande (43,05 metros cuadrados), es la sala de formación, dotada de las conexiones necesarias para ubicar cualquier tipo de aparato electrónico. Con un aforo para 24 personas, la distribución del mobiliario es flexible, facilitando así su adaptación a cualquier tipo de formación. De su dotación destaca la pantalla táctil que puede ser utilizada como pizarra.

La nueva sede cuenta, además, con cuatro pantallas táctiles y otras dos pantallas smart view, así como con un sistema automático que regula la iluminación (toda LED) por zonas, según sea la intensidad lumínica de cada momento, facilitando así el ahorro energético y el cansancio de la vista.